“Gracias por la luz a todos los Maestros y al generoso amor de mis hermanos, a mis padres y a todos mis ancestros y al trabajo de mis pies y mis manos. (...) Tras el silencio y mi dolor fecundo, me llegan la paz y un cálido amor que me unen fuerte a vosotros y al mundo.”

- Gabriel Aguilera

“Después de transitar este camino me siento una Terapeuta mucho más humana, con mayor autoconocimiento. Me siento más capacitada para acompañar a otras personas a conocerse y aprender a entender sus emociones. Este camino es para toda la vida.”

- María Auxiliadora Ruiz, Córdoba

“La TCI es una gran manera de adquirir herramientas terapéuticas, de saber cómo funciona el ser humano y de trabajar desde el cuerpo para poder comprender. Recomendable formación con profesionales maravillosos dándolo todo por expandir el autoconocimiento.”

- Juan José Relinque, Tarifa

“Cuando empecé mi formación no era consciente de lo perdido que estaba: Mi cabeza rebosaba de ideales confusos, y sobrevivía en un cuerpo no habitado. Ahora puedo decir sin ninguna duda que este proceso vivo es lo más transformador que he experimentado.”

- Ignacio Gallego de Lerma, Palencia

“El equipo TCI me ofreció un mapa preciso y universal para llegar a mi corazón y ver el de otros seres humanos. También me mostró un saludable ejercicio que vale la pena practicar a diario: La fe en la Conciencia y la fe en el Amor a mí misma como parte indisoluble de todo el género humano. Esas son hoy mis herramientas de vida.”

- Gema Navarro, Córdoba

“Hacer la formación de TCI con Antonio Pacheco y su equipo mejoró mucho mi vida. Allí fui consciente de la desconexión que tenía con mi cuerpo, de mis neurosis y del juego del victimismo propio y ajeno. Lo recomiendo como formación pero, sobre todo, como proceso personal.”

- Natxo Narbona, Vitoria-Gasteiz